¡Goooool.... de no-puede-importarme-menos-quién!, tronó la radio. El parloteo me acompaña ahora que el espejo donde un día me miraste recoge sus pedazos de un rincón.
Es hora de guardar las fotos en un cajón, donde no duelan. Llenar los minutos, las horas, inventando sueños, evadiendo sentimientos, tratando de recomponer lo que has roto: mi viejo y triste corazón.
¡Ah! ¡Ahora comprendo! Mis lo-siento llegaron tarde, y el tuyo nunca llegó.
There was no greater love.
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